
“Mi saludo a todos los que estamos aquí y a quienes están al otro lado de los mares. Hoy conmemoramos la fiesta de la conversión del apóstol Pablo, un celoso judío, quien, en el viaje hacia Damasco para cortar la incipiente corriente del Nazareno, cambia su vida. En ese momento tiene lugar el encuentro (que es una palabra esencial). Ese encuentro le cambia la vida. Que el Señor de la vida nos ayude a vivir nuestro servicio en la Universidad con apertura y disponibilidad”, expresó el Rector Mayor, Ángel Fernández Martínez, este 25 de enero, en Roma en el encuentro con los representantes de las 91 entidades universitarias salesianas del mundo.
Estas los puntos que abordó en su discurso:
Gracias a la pastoral juvenil por hacer posible esta realidad este encuentro de universidades. Creo que el trabajo de acompañamiento y caminar junto a las universidades es una de las prioridades de la congregación, porque tenemos a 150 mil universitarios en nuestras instituciones. Esta es una maravillosa oportunidad y un gran desafío. No es suficiente decir ‘hacemos lo que podemos’ y es que vamos haciendo camino hacia una mayor autenticidad.
Sabemos de los esfuerzos que hacen en las universidades salesianas con los 350 salesianos más los 4.500 laicos y seglares que hacen presente esta realidad que es muy significativa.
Cuando se habla de esta presencia salesiana, me imagino por un momento que sucedería si el carisma salesiano desapareciera del planeta en este momento; con toda humildad les digo que se perdería una importante contribución al mundo en la atención a los jóvenes en su gran diversidad. No contar con estas 91 entidades universitarias, no es concebible. Cuando visito esas casas pienso en estos jóvenes que se preparan para enfrentar a la sociedad llevando un bagaje de conocimientos y valores, la mayor carga posible en esa mochila, que son los elementos de su formación.
Tenemos que ser conscientes de la realidad que vivimos, y aquí va lo mío, que es el compartir; esta no es una conferencia académica, porque hay muchos otros que lo podían hacer mejor. A la luz de la congregación creo que puedo hacer algunos subrayados que no están en los libros, sino que son fruto de una profunda reflexión. He leído las políticas de 2016 a 2021 cuyas reflexiones las tengo presente. También hice lectura de un escrito que me pasaron denominado políticas para la educación salesiana del 2022 al 2025 desde una lectura salesiana.
Comienzo por asustarles un poco. Con frecuencia me preguntan ¿qué criterio tiene la congregación para que una obra siga adelante o cierre sus puertas? Si un día no tuviéramos muchachos que la frecuenten, la reconvertimos y, si no nos sirve, nos deshacemos de ella. Nadie tiene oposición al tema. Segundo, cuando una presencia salesiana ha perdido el calificativo salesiana y le falta respuesta carismática, podemos decir con firmeza no tiene razón de ser. Cito como ejemplo el caso de una escuela con 1.200 alumnos en un lugar del sur de Argentina, me refiero a Río Gallegos. Por años se veía la dificultad en aquella presencia a causa de legislaciones y movimientos sindicales, no se podía hacer mucho en proporción a nuestro carisma. Nos preguntamos entonces ¿qué sentido tiene invertir energías, cuando en otros lugares nos están necesitando para ofrecernos como salesianos un mejor servicio? Esa casa la dejamos y les explicamos a las familias las razones. Allí faltaba una identidad carismática.
Con ese ejemplo quiero llegar al punto central de las cosas que no son negociables, la primera es la identidad carismática de nuestra presencia. De hecho esta propuesta de 2022 a 2025 y la suscribo con cinco firmas, cuando se habla de presencia salesiana significativa, con identidad.
Parto de que el gobierno es el arte de lo posible y no dice el arte de sobrevivir. Sabemos muy bien a dónde queremos llegar y damos pasos serenos con políticas adecuadas, buscando personas capaces y planes para los próximos tres, seis y nueve años y así llegar al objetivo. Por tanto, todas nuestras entidades universitarias deben resistir las miradas externas, para ver si los estándares y los criterios de identidad existen.
Segundo, en la política del trienio, está la opción por los jóvenes y las clases populares. Yo creo que no hay duda en ninguna parte del mundo, que esta es una prioridad para nosotros. Creo que no ha habido una sola vez donde no se haya dudado de la mirada por los jóvenes, los más sencillos, pobres y humildes, los descartados, ellos son nuestra prioridad. Aquí me permito decirles algo, este es uno de los puntos más fascinantes y delicados y les dejo para la reflexión. No soy tan ingenuo para pensar que si tenemos una universidad con 1.200 docentes de calidad donde no importa la economía de los débiles, no hay mucho que decir. Mi adhesión afectiva a las entidades que viven el carisma que cae en el momento en que no hay esta opción, cuando las organizaciones sirven solo para la educación de una élite. El tema de la opción por los pobres es muy importante. Un porcentaje de nuestros jóvenes debe ser beneficiado por la universidad para poder otorgarles este beneficio del estudio.
Si una universidad no cumple con esta orientación, no podemos dormir tranquilos y yo como Rector no puede quedarme tranquilo. No tenemos otro modo de salida. Tenemos que dar este paso y abrir las puertas a quienes no tendrían posibilidad de ir a una entidad universitaria, si no es con nosotros. Les pido la clave de comprensión de nuestras instituciones tiene que entrar en la clave de los pobres; las clases menos privilegiadas, los pobres deben tener oportunidades en nuestras instituciones. Es verdad que hay realidades muy diversas, como cuando visite Campo Grande, me decían que 100 jóvenes indígenas tenían un puesto en nuestra universidad y un ambiente de albergue. Cuando es así uno dice, tiene sentido este sueño de Don Bosco. Si no fuese así, habría que reflexionar sobre este y otros casos.
Tercero, en la política para el trienio con la que me siento identificado es el modelo de pastoral. En este punto hablamos de un modelo para situaciones diversas y continentes muy diversos. Visite una institución en India donde el 90% de los universitarios, seguramente eran hinduistas; también me reuní en India con tres confesiones diferentes, donde tuvimos un encuentro de oración con un criterio pastoral, para que todos los jóvenes se pudieran sentir cómodos invocando a Dios desde su propia fe cotidiana. La gran diferencia entre nuestras universidades y la pública como en la Universidad Complutense, para citar un ejemplo, está en que la Universidad Pública me ofrecía un conocimiento sobre los filósofos y la cultura; nosotros ofrecemos cultura, valores, sensibilidad de la vida, ahí es está el referente de pastoral salesiana donde entran elementos acogida, relaciones humanas de gran cordialidad, respeto, honestidad, el trato de calidad, que deben formar parte de nuestro modelo y sirven para cualquier contexto cultural, incluso cuando nos corresponde hablar de Dios.
El peligro es que no sustraigamos al tiempo, no es suficiente que nuestras instituciones funcionen bien, porque en la confrontación con los grandes elementos nos damos cuenta de cómo va nuestra tarea. Hablamos del modelo pedagógico, convencidos de que nuestras instituciones tienen su esencia, salvando diferencias con contextos culturales diversos, el estilo pedagógico, el método que tenemos de transmitir, el sistema preventivo es un estilo de vida, es una filosofía de la vida y una filosofía salesiana de la vida. Estos elementos tienen que estar sobre la mesa.
Existe el derecho de cátedra y pensar diferente y lo respetamos, siempre y cuando el derecho de que el método pedagógico que se ofrece en el centro se respete, si no es así, les decimos gracias por sus servicios. Permítanme que les cuente un episodio en un centro de estudios con 25 docentes yo daba una signatura de bajo perfil de cuatro horas semanales; un joven de la misma entidad tenía dos horas porque la materia era menos significativa; él había sido alumno salesiano. Cuando llegaron las sesiones de evaluación, este joven presentó sus resultados: de 98 alumnos aprobaban 8, sus alumnos le tenían pánico y es que evidentemente, no pudo hacer uso de a responsabilidad con criterio razonable, y si no se ponía un freno la bola de nieve crecería. Le pedí una explicación y le dije, le dejo hasta la segunda evaluación, si el resultado es el mismo tenemos que hablar seriamente. Tras la segunda evaluación el problema se repitió, entonces le dije ‘el problema eres tú’. Seguramente tenía el criterio, si yo me hago el duro seré más respetado; entonces le dije ‘o cambias o gracias por tus servicios’; la situación cambió, le hizo cambiar el miedo a perder su puesto. El clima y método de nuestras instituciones es muy importante, debemos pedirle a cada uno de nuestros docentes gran motivación, al mismo tiempo, gran responsabilidad.
Cuando formamos parte de una entidad universitaria, no es que me ha aparecido una fuente de trabajo. Debemos ser claros a la hora de decir ‘Te tomamos en cuenta para formar un proyecto de gran calidad en tantísimos aspectos’. No basta con que la estructura funcione, hay que verificar el funcionamiento desde todos los ángulos.
En mi sueño está que el resultado sea el producto esperado, que el del joven salga mucho más enriquecido humanamente, en valores cristianos y según su propia fe. Si tenemos especialidad de economía y el único modelo es el beneficio económico y donde nuestros alumnos después de cuatro años no tienen conciencia social y no tienen mirada de justicia social, perdónenme, pero hemos fracasado, podríamos cerrar la facultad y no perderíamos nada, a lo sumo, algunos perderían su fuente de trabajo. ¿Quién ha dicho que los estudios y el conocimiento son nuestro interés fundamental? Nuestra enseñanza no es neutra. Kant decía estoy dentro de mí mismo, de manera que no puedo ver y ser juez y parte, al mismo tiempo, se debe admitir que para conocer un objeto se requiere que yo pueda demostrar su posibilidad. Como el saber no es neutro, no tiene sentido manipular el saber, puedo presentar el neoliberalismo económico y quedarme sin opinión, debo decir que hay otros modelos económicos, por ejemplo, saber que hay una distribución injusta de los medios, respetando las opiniones, porque la libertad de cada uno es sagrada, nuestra libertad nos lleva a ser amplios en las propuestas.
Creo que es fascinante el mundo de oportunidades que tenemos. Sigo pidiendo a todas las inspectorías del mundo, la presencia del salesiano en nuestras obras y no para llevar las tareas administrativas, Con 150 mil jóvenes hay un gran trabajo por delante. Se debe tener la presencia para cumplir este propósito, hacer rica la presencia de laicos con gran identidad salesiana, para garantizar la identidad y visión de nuestra entidad universitaria.
Les pongo ahora en alerta roja, hay un hecho que me preocupa y es que no lo estamos consiguiendo siempre. Nos encontramos con la dificultad de preparar el relevo y no pedir que el tiempo dé solución a esta urgencia. Les pido que tomen en cuenta, tenemos que tomarnos en serio la tarea de preparación de los mejores perfiles de docentes para el bien de nuestras entidades universitarias.
He preferido dejar de lado una reflexión académica y prefiero dar la mirada desde el gobierno de la Congregación, gracias.