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La memoria del Padre Bellido se eterniza en el teatro de la USB
El teatro de la Universidad Salesiana de Bolivia lleva a partir de este año el nombre del sacerdote David Bellido Zilveti, hombre que impregnó de alegría y sencillez los ambientes de esta casa de estudios.
El pasado 30 de marzo se cumplió con la ceremonia del descubrimiento de la plaqueta, al ingreso del teatro, con capacidad para 200 personas y que llena una necesidad de los jóvenes que suman a su sólida formación académica, el despertar de su talento en el teatro, danza, coro y otras actividades artísticas, que fortalecen el espíritu creativo de los jóvenes.
“Son ocho años que está en el cielo y quienes tuvimos la oportunidad de estar a su lado sentimos que compartimos bellos momentos con una persona maravillosa como el Padre David. Le damos gracias al Señor por esta bendición de haberlo tenido en la familia salesiana”, destacó el canciller de la USB el sacerdote Luis Tórrez Sanjinés, quien fue el encargado de descubrir la plaqueta junto a la hermana del recordado David Bellido.
El ballet de la Universidad le dio el toque de alegría con dos preciosas danzas del oriente y Chuquisaca, mostrando el alto nivel alcanzado por este grupo. Una parodia del cristiano que entrega la vida sin renunciar a la fe, preparada por el Oratorio Universitario le dio el toque especial a la jornada.
“En silencio ayudaba a los estudiantes necesitados con dinero de su bolsillo costeando sus estudios, en silencio transmitía alegría y sencillez, su bondadosa amabilidad pronto ganó espacio entre los jóvenes”, destacó el rector Carlos Aquino, mostrando una de las tantas facetas dels sacerdote salesiano.
Su nombre queda grabado en nosotros porque nos dejó grandes enseñanzas, especialmente por su sencillez, alegría y gran sabiduría”, dijo la vicerrectora Académica y de Investigación Susan Vargas Salazar, quien tuvo la oportunidad de trabajar y compartir momentos de alegría con el sacerdote.
Nacido en Chuquisaca, estudiante del colegio Don Bosco de Sucre, decía que la tranquilidad no tenía precio y el momento que esperaba, era aquel en el que encontraba a los jóvenes en el patio para hablar con ellos jugar básquet o futsal. Lo suyo era lanzar bromas, aconsejar, y llevar la alegría a los que estaban a su alrededor. Esperó con una sonrisa y alegría la llamada de Dios en el momento de partir; dejó un inmenso vacío porque no es fácil hacerse niño o joven para estar al lado de quienes son los destinatarios del carisma salesiano
El vicerrector de Pastoral Ernesto Murillo pidió imaginar el gran momento de la vida pasada y presente, porque la visionaria presencia del Padre David reclamaba de un espacio como éste para que los jóvenes exterioricen sus cualidades artísticas. “Me imagino recordado David que soñabas con un coro, con un grupo de cuerdas y sesiones teatrales propias de los jóvenes porque la alegría debe reinar en las casas salesianas. Te recuerdo como el salesiano de patio que quería estar siempre en medio de los jóvenes.”, expresó.
Cerró el acto el padre Inspector, Líder Justiniano Flores, sorprendido por el acto y gratificado por el momento “Qué importante es recordar a nuestros familiares y más cuando el recuerdo permanece en obras que soñamos como este teatro”, apuntó, al final de una jornada excepcional.
El teatro de la Universidad Salesiana de Bolivia lleva a partir de este año el nombre del sacerdote David Bellido Zilveti, hombre que impregnó de alegría y sencillez los ambientes de esta casa de estudios. El pasado 30 de marzo se cumplió con la ceremonia del descubrimiento de la plaqueta, al ingreso del teatro, con capacidad para 200 personas y que llena una necesidad de los jóvenes que suman a su sólida formación académica, el despertar de su talento en el teatro, danza, coro y otras actividades artísticas, que fortalecen el espíritu creativo de los jóvenes. “Son ocho años que está en el cielo y quienes tuvimos la oportunidad de estar a su lado sentimos que compartimos bellos momentos con una persona maravillosa como el Padre David. Le damos gracias al Señor por esta bendición de haberlo tenido en la familia salesiana”, destacó el canciller de la USB el sacerdote Luis Tórrez Sanjinés, quien fue el encargado de descubrir la plaqueta junto a la hermana del recordado David Bellido. El ballet de la Universidad le dio el toque de alegría con dos preciosas danzas del oriente y Chuquisaca, mostrando el alto nivel alcanzado por este grupo. Una parodia del cristiano que entrega la vida sin renunciar a la fe, preparada por el Oratorio Universitario le dio el toque especial a la jornada. “En silencio ayudaba a los estudiantes necesitados con dinero de su bolsillo costeando sus estudios, en silencio transmitía alegría y sencillez, su bondadosa amabilidad pronto ganó espacio entre los jóvenes”, destacó el rector Carlos Aquino, mostrando una de las tantas facetas dels sacerdote salesiano. Su nombre queda grabado en nosotros porque nos dejó grandes enseñanzas, especialmente por su sencillez, alegría y gran sabiduría”, dijo la vicerrectora Académica y de Investigación Susan Vargas Salazar, quien tuvo la oportunidad de trabajar y compartir momentos de alegría con el sacerdote. Nacido en Chuquisaca, estudiante del colegio Don Bosco de Sucre, decía que la tranquilidad no tenía precio y el momento que esperaba, era aquel en el que encontraba a los jóvenes en el patio para hablar con ellos jugar básquet o futsal. Lo suyo era lanzar bromas, aconsejar, y llevar la alegría a los que estaban a su alrededor. Esperó con una sonrisa y alegría la llamada de Dios en el momento de partir; dejó un inmenso vacío porque no es fácil hacerse niño o joven para estar al lado de quienes son los destinatarios del carisma salesiano El vicerrector de Pastoral Ernesto Murillo pidió imaginar el gran momento de la vida pasada y presente, porque la visionaria presencia del Padre David reclamaba de un espacio como éste para que los jóvenes exterioricen sus cualidades artísticas. “Me imagino recordado David que soñabas con un coro, con un grupo de cuerdas y sesiones teatrales propias de los jóvenes porque la alegría debe reinar en las casas salesianas. Te recuerdo como el salesiano de patio que quería estar siempre en medio de los jóvenes.”, expresó. Cerró el acto el padre Inspector, Líder Justiniano Flores, sorprendido por el acto y gratificado por el momento “Qué importante es recordar a nuestros familiares y más cuando el recuerdo permanece en obras que soñamos como este teatro”, apuntó, al final de una jornada excepcional.