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Entrevista al Lic. Felipe Lucio Troncoso Sanjinés: “La educación es mi pasión”
Felipe Lucio Troncoso Sanjinés, docente de la Carrera de Ciencias de la Educación de la Universidad Salesiana de Bolivia, se despide de la cátedra universitaria salesiana después de 15 años de servicio, formando profesionales competentes, buenos cristianos y honrados ciudadanos.
Después de 55 años de servicio profesional como docente en diferentes universidades, el Licenciado Troncoso considera que llegó el cumplimiento de su rol y trabajo en aulas, pese al dolor en el corazón que ello le provoca, pero sabe que hay que hacerlo. “El tiempo pasa, no es aconsejable que vayamos trastabillando en las clases, el desgaste es físico, pues mentalmente estoy cero kilómetros”, manifestó el docente universitario.
¿Qué opina su familia de ésta decisión, le ha costado mucho?
La familia acepta mi decisión porque soy yo el damnificado, entonces la familia siempre apoya en mi bien. En la misma Universidad algunos docentes me dijeron que “puedo seguir”, pero yo siento que no soy un buen ejemplo para la Universidad cuando tengo que “arrastrar las patas”.
Luego de 55 años de actividad académica y más de 15 en la Universidad Salesiana de Bolivia, ¿qué ha significado transmitir su experiencia, transmitir su sapiencia precisamente a las nuevas generaciones?
Tengo un dicho, de repente copiado de alguna parte, pero asumido como mío “la educación es mi pasión”. En 1962 ingresé al Instituto Normal Simón Bolívar, de La Paz en 1962; antes de egresar ya estuve trabajando en el Colegio Antonio Díaz Villamil, cuando la directora era la Prof. Alcira Ríos Rosset; donde había ganado mis primeras armas en la docencia.
Una vez egresado hice mis años de provincia, recorrí bastantes lugares, bastantes distritos del departamento y del país. La carrera como docente significó mucho para mí, inicialmente fui profesor de matemática y física, que me lleva a una determinada cantidad de precisiones. Uno de mis logros fue haber logrado éxito en todas partes donde he estado como docente.
La educación es un pilar fundamental de la sociedad, como también de la familia y de la persona ¿Qué significó para usted, siendo que cada generación es diferente, transmitir valores?
Por ser una pasión hay que destinarles todo el esfuerzo necesario a los estudiantes, sabemos que los niveles Inicial, Primario y Secundario no son del todo eficientes, siempre hay algunas lagunas que se trasuntan en la Universidad. En el Pregrado hay que ir puliendo todas esas dificultades, esto hace que sea más interesante la profesión, logra una hermosa la expectativa hacer que los estudiantes salgan bien preparados.
¿Cómo ve a sus alumnos ahora profesionales?
Muchos de ellos me han dado satisfacciones, aunque a una parte de ellos los he olvidado; no por el olvido mismo, sino porque la poca frecuencia de contacto con ellos hace que uno se distraiga. Sin embargo, tengo muchos estudiantes que han estado en la palestra política, en situaciones deportivas, en profesiones altamente calificadas: economía, derecho, ingeniería, militares, entre otros, lo que me llena de mucha satisfacción por haber cumplido con ellos y ellos cumplido conmigo como docente de formación profesional.
Por su amplia trayectoria en el campo de la educación ¿cuál es su evaluación actual sobre este campo?
Creo que tenemos muchas falencias, falencias de tipo estructural, como la poca implementación curricular en las escuelas, en los colegios, debido de repente factores de tipo político que van dañando un buen desempeño de actividades en el aula.
¿Qué recomienda a los docentes y futuros docentes en relación a su pasión que es la educación?
Quisiera que todos los docentes tuvieran esta misma pasión por la educación y si la tienen me alegro muchísimo. Desearle un éxito total que sean tan exitosos como todos deseamos ser y Dios los bendiga.
¿Qué cree usted que deja en la Universidad, a los universitarios?
Creo que me voy como un ejemplo de responsabilidad, dejo en la gente el cumplimiento en el horario, soy incapaz de tolerar nuestra “hora boliviana”. Siempre he estado en la Universidad mucho tiempo antes del inicio de clases, creo que mis estudiantes siguieron esa norma, tengo la esperanza que se vaya acrecentando esta disciplina. Además, dejo sentimientos de amistad, de cooperación, de solidaridad y que son absolutamente inculcados en la Universidad. Con frecuencia recomendé a los estudiantes que amen a sus compañeros y amen a sus docentes, porque son ellos los que están forjando su futuro.
Su mensaje para el 2020
Les deseo felicidad, un progreso constante, frecuente, paulatino. Que miren siempre hacia adelante, observar el horizonte que es muy positivo, hemos tenido días aciagos, pero nos quedaremos con que cada noche tiene un amanecer.
El haber estado, el haber visitado y compartido esta infraestructura maravillosa de la USB, su orden que es totalmente exquisito y no deja lugar a dudas, refiere a una muy buena institución educativa. Los docentes, los recursos humanos, que desde mi punto de vista son totalmente capacitados y con amplia experiencia, de tal manera que no ameritan dudas para que los padres de familia puedan escoger a la Universidad Salesiana como la casa de formación de sus hijos. Y los estudiantes, muy sabiamente, muy sinceramente, muy sensatamente le dedican todo su tiempo a esta Universidad.
Felipe Lucio Troncoso Sanjinés, docente de la Carrera de Ciencias de la Educación de la Universidad Salesiana de Bolivia, se despide de la cátedra universitaria salesiana después de 15 años de servicio, formando profesionales competentes, buenos cristianos y honrados ciudadanos. Después de 55 años de servicio profesional como docente en diferentes universidades, el Licenciado Troncoso considera que llegó el cumplimiento de su rol y trabajo en aulas, pese al dolor en el corazón que ello le provoca, pero sabe que hay que hacerlo. “El tiempo pasa, no es aconsejable que vayamos trastabillando en las clases, el desgaste es físico, pues mentalmente estoy cero kilómetros”, manifestó el docente universitario. ¿Qué opina su familia de ésta decisión, le ha costado mucho? La familia acepta mi decisión porque soy yo el damnificado, entonces la familia siempre apoya en mi bien. En la misma Universidad algunos docentes me dijeron que “puedo seguir”, pero yo siento que no soy un buen ejemplo para la Universidad cuando tengo que “arrastrar las patas”. Luego de 55 años de actividad académica y más de 15 en la Universidad Salesiana de Bolivia, ¿qué ha significado transmitir su experiencia, transmitir su sapiencia precisamente a las nuevas generaciones? Tengo un dicho, de repente copiado de alguna parte, pero asumido como mío “la educación es mi pasión”. En 1962 ingresé al Instituto Normal Simón Bolívar, de La Paz en 1962; antes de egresar ya estuve trabajando en el Colegio Antonio Díaz Villamil, cuando la directora era la Prof. Alcira Ríos Rosset; donde había ganado mis primeras armas en la docencia. Una vez egresado hice mis años de provincia, recorrí bastantes lugares, bastantes distritos del departamento y del país. La carrera como docente significó mucho para mí, inicialmente fui profesor de matemática y física, que me lleva a una determinada cantidad de precisiones. Uno de mis logros fue haber logrado éxito en todas partes donde he estado como docente. La educación es un pilar fundamental de la sociedad, como también de la familia y de la persona ¿Qué significó para usted, siendo que cada generación es diferente, transmitir valores? Por ser una pasión hay que destinarles todo el esfuerzo necesario a los estudiantes, sabemos que los niveles Inicial, Primario y Secundario no son del todo eficientes, siempre hay algunas lagunas que se trasuntan en la Universidad. En el Pregrado hay que ir puliendo todas esas dificultades, esto hace que sea más interesante la profesión, logra una hermosa la expectativa hacer que los estudiantes salgan bien preparados. ¿Cómo ve a sus alumnos ahora profesionales? Muchos de ellos me han dado satisfacciones, aunque a una parte de ellos los he olvidado; no por el olvido mismo, sino porque la poca frecuencia de contacto con ellos hace que uno se distraiga. Sin embargo, tengo muchos estudiantes que han estado en la palestra política, en situaciones deportivas, en profesiones altamente calificadas: economía, derecho, ingeniería, militares, entre otros, lo que me llena de mucha satisfacción por haber cumplido con ellos y ellos cumplido conmigo como docente de formación profesional. Por su amplia trayectoria en el campo de la educación ¿cuál es su evaluación actual sobre este campo? Creo que tenemos muchas falencias, falencias de tipo estructural, como la poca implementación curricular en las escuelas, en los colegios, debido de repente factores de tipo político que van dañando un buen desempeño de actividades en el aula. ¿Qué recomienda a los docentes y futuros docentes en relación a su pasión que es la educación? Quisiera que todos los docentes tuvieran esta misma pasión por la educación y si la tienen me alegro muchísimo. Desearle un éxito total que sean tan exitosos como todos deseamos ser y Dios los bendiga. ¿Qué cree usted que deja en la Universidad, a los universitarios? Creo que me voy como un ejemplo de responsabilidad, dejo en la gente el cumplimiento en el horario, soy incapaz de tolerar nuestra “hora boliviana”. Siempre he estado en la Universidad mucho tiempo antes del inicio de clases, creo que mis estudiantes siguieron esa norma, tengo la esperanza que se vaya acrecentando esta disciplina. Además, dejo sentimientos de amistad, de cooperación, de solidaridad y que son absolutamente inculcados en la Universidad. Con frecuencia recomendé a los estudiantes que amen a sus compañeros y amen a sus docentes, porque son ellos los que están forjando su futuro. Su mensaje para el 2020 Les deseo felicidad, un progreso constante, frecuente, paulatino. Que miren siempre hacia adelante, observar el horizonte que es muy positivo, hemos tenido días aciagos, pero nos quedaremos con que cada noche tiene un amanecer. El haber estado, el haber visitado y compartido esta infraestructura maravillosa de la USB, su orden que es totalmente exquisito y no deja lugar a dudas, refiere a una muy buena institución educativa. Los docentes, los recursos humanos, que desde mi punto de vista son totalmente capacitados y con amplia experiencia, de tal manera que no ameritan dudas para que los padres de familia puedan escoger a la Universidad Salesiana como la casa de formación de sus hijos. Y los estudiantes, muy sabiamente, muy sinceramente, muy sensatamente le dedican todo su tiempo a esta Universidad.
